Deja volar tu imaginación


La tecnología y la creatividad han demostrado una vez más que pueden ir de la mano. Gracias a la popularización y al abaratimiento de algunas herramientas, como las Plumas 3D, esta modalidad de impresión ha venido para quedarse en las aulas y en muchos de nuestros hogares. Con un desembolso inicial mínimo y con un coste posterior también muy bajo pasaremos de ser consumidores pasivos a crear nuestros propios productos: desde pequeñas piezas de plástico, hasta complementos de moda, bisutería, diseños artísticos o incluso bocetos de modelos arquitectónicos o industriales.

las plumas 3D

Existen diferentes modelos en el mercado y el abanico de precios también es amplio: desde apenas 20€ hasta modelos que superan los 300, todo depende de lo que le exijamos al aparato y al tipo de trabajo que queramos hacer con él. Para iniciarse lo aconsejable sería hacerse con un modelo económico para probar con él y habituarse a su manejo y luego migrar hacia aparatos más sofisticados.

Fuente: www.flickr.com

Uso

El uso de estos aparatos es sencillo y se limita a unos pocos clicks en los diferentes botones, cada modelo tiene sus peculiaridades, pero en general son:

  • Un botón para introducir el filamento,
  • Un botón para extraerlo, 
  • Regulador de temperatura,
  • Regulador de velocidad de flujo del filamento fundido y
  • Selector de material (ABS o PLA)

El siguiente vídeo explica cómo usar uno de los modelos más populares y asequibles que podemos encontrar en el mercado.


Riesgos

Los riesgos también han sido minimizados, de manera que la única precaución a tomar es la de no tocar la punta y, si lo usan nuestros hijos deben hacerlo bajo la supervisión de un adulto, pues no deja de ser un aparato eléctrico. Por este motivo, algunas compañías como 3Doodler han desarrollado productos específicos para los más pequeños carentes de todo riesgo para ellos, pues la punta no quema y el cable ha sido sustituido por una batería.

¿PLA o ABS?

En Wikipedia puede leerse: «El ácido poliláctico o poliácido láctico (PLA) es un polímero constituido por moléculas de ácido láctico (…) que además es biodegradable. Se degrada fácilmente en agua y óxido de carbono. Es un termoplástico que se obtiene a partir de almidón de maíz (EE.UU.) o de yuca o mandioca (mayormente en Asia), o de caña de azúcar (resto del mundo)».

Por lo que se refiere al ABS: «El acrilonitrilo butadieno estireno, o ABS por sus siglas en inglés (Acrylonitrile Butadiene Styrene), es un plástico muy resistente al impacto (golpes) muy utilizado en automoción y otros usos tanto industriales como domésticos. Es un termoplástico amorfo. Se le llama plástico de ingeniería, debido a que es un plástico cuya elaboración y procesamiento es más complejo que los plásticos comunes».

Dependiendo del uso que vayamos a dar a nuestras creaciones nos decantaremos por uno u otro. Por ejemplo, el ABS podría ir bien para reparar algunas piezas plásticas que se hayan estropeado, mientras que para otros tipos de trabajos podemos usar PLA, ya que debemos hacer todo lo posible para cuidar de nuestro medio ambiente.

Acabados

Está claro que no podemos esperar el acabado meticuloso de una impresora 3D, pero con un poco de paciencia el resultado es más que satisfactorio. Al principio cuesta habituarse al uso, pero en cuestión de minutos ya se domina la pluma con razonable fluidez. Como todo en la vida: «La práctica hace al maestro».

En general, para pequeños trabajos, para manualidades o siempre que queramos poner a prueba nuestra creatividad, estamos convencidos de que la pluma 3D nos brindará muchos ratos de diversión y entretenimiento.